miércoles, 4 de noviembre de 2009

TRAMPAS Y HAIKU

Volvía de una mañana de trabajo en Ciudad Real, cuando cerca de Tomelloso me sorprendíeron unas cuantas gotas de agua sobre el sucio cristal del coche. A lo lejos, se percibían las sombras de un tremendo aguacero y ... de repente, ¡el arco iris! La sensación fue tremeda, inmediata. Desde dentro del coche y con el móvil, saqué una fotografía al tiempo que mi mente empezó a funcionar en clave de haiku. Vino la palabra carretera a mi mente, para inmediatamente salirme:
ya de regreso,
al final del camino
el arco iris
Y claro, me vino a la cabeza la frase de algunos periodistas sin escrúpulos que dice "no dejes que la verdad te estropee una buena noticia". En este caso, la verdad de la carretera destrozaba un aceptable haiku con la palabra "camino" (tal vez dándole vueltas salga algo digerible con "carretera", pero no es e caso hasta hoy). Me pregunto: ¿es lícita esta trampa? Lo cierto es que si la idea última no desvirtúa mucho la realidad, no pasaría nada; pero finalmente lo que alguien imagina al leer el haiku es la vuelta de un paseo por un camino terroso, al fondo del cual aparece el arco iris. Si el deber del haijin es dar fe de una sensación que él tuvo la suerte de percibir (vista, oído, gusto, olfato, tacto, ...) para compartirla con el mundo, es obvio que este haiku es una perversión. No voy de "pureta", pero no dejo de preguntarme... ¿le sigo dando vueltas para introducir la puñetera carretera?

7 comentarios:

  1. Elías:¿que es la carretera si no un camino?

    Entre las variadas acepciones de la RAE están las siguientes:

    Vía que se construye para transitar.

    Jornada de un lugar a otro.

    Dirección que ha de seguirse para llegar a algún lugar.

    Así que no veo por qué hay que meter forzosamente "carretera" si no te cuadra, tanto por sonoridad como por métrica...
    Estoy de acuerdo con Angel Javier, que dice que nos comemos ,a veces, demasiado el coco con estas cosas en vez de seguir la espontaneidad o incluso la estética, que el haiku también la tiene,y que eso (comerse el coco) está más en contra de los principios del haiku que otra cosa...

    Lo dicho, no veo perversiones por ningún lado Elías...

    Un abrazo, Mercedes

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  2. Muchas gracias, Mercedes, ayer precisamnete hablamos Ángel y yo de esas comeduras de coco y tu exquisito "color de otoño". Gracias, llegué a pensar en la opción del "asfalto"
    --ya de regreso/al final del asfalto/el arco iris-- que lo mismo a Isra le mola( ;) )pero me sigue gustando más "camino". Un abrazote y gracias por tus paseos.

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  3. y entre medias lo más importante: QUÉ MARAVILLA DE HAIKU, amigo! me atraviesa. Enhorabuena Elías.
    Un abrazo grande, haiyin

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  4. Perdón... es cierto, que me olvidé de lo más importante... tu haiku, precioso; el momento, un regalazo de la vida, y tu disposición de haijin, una suerte para todos nosotros...

    Con cariño, Mercedes

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  5. Enhorabuena, Elias, por ese haiku de caminante.

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  6. Precioso haiku y preciosa sensación. La de encontrarse con el arco iris, de regreso a casa. Yo también pienso que la elección de la palabra no es importante, sino la sensación.

    Y la foto me transporta a ese momento. Buena foto, para estar hecha con un móvil.

    Un beso ;-)

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  7. gracias Ángel, Mercedes, aprendiz y Toñi. Sois muy amables.
    Un abrazote

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